La televisión mexicana es una auténtica caja de sorpresas. Así lo demostró el caso de una reportera, Kariana Colmenero, de TV Azteca que hacía su trabajo en la alcaldía Álvaro Obregón, concretamente en el Paseo Florentino, conocido popularmente por ser la pendiente más peligrosa de la Ciudad de México. En este lugar, se ha vuelto común que haya choques y demás accidentes provocados por la inclinación que hay en su bajada. La lluvia suele complicar todavía más el recorrido, pero en esta ocasión quedó visto que no es necesario que haya agua para probar la inclemencia de la pendiente.
Durante la emisión del noticiero Hechos Primera Línea, las conductoras hicieron un enlace con la reportera, que viajaba en la parte trasera de una motocicleta. Ella iba muy decidida a realizar la bajada. Se trataba de un reto extremo y lo encaró así, con la misma emoción y adrenalina con la que alguien se subiría a una montaña rusa o se lanzaría con paracaídas de un avión. En un principio, todo salió bien, pues la motocicleta bajó sin contratiempos por la pendiente mientras Colmenero explicaba los riesgos del lugar y por qué se ha vuelto tan popular.
Pero la sorpresa les aguardaba a ella y al conductor. Ella seguía explicando lo que pasa en las épocas de lluvia, cuando al aceite de los carros añade un factor de riesgo, mientras la moto subía de nuevo por la pendiente (es decir, hacían el camino ascendente). En un momento, el vehículo quedó detenido y luego, de manera dramática, empezó a retroceder contra la voluntad del conductor hasta que perdió el equilibrio y ambos se fueron de lado protagonizando una caída que sorprendió a todos.
Colmenero se apresuró a aliviar cualquier preocupación: “Ni modo, son cosas que pasan. Estoy bien. Nosotros no nos la sabíamos y pues ya nos pasó, y aquí estoy de lado”, dijo la reportera entre risas nerviosas mientras trataba de levantarse con apoyo de personas que habían visto la caída. Una vez que confirmó que estaba bien, en el estudio se escucharon risas que acompañaron el humor con el que la reportera se había tomado la situación tan peculiar. El tema principal, demostrar la peligrosidad de la bajada, quedó demostrado de manera práctica y accidental.
Un entrevistado dio su testimonio sobre lo que ve en esta bajada: “Sí, siempre pasa, y más cuando llueve: se derrapan los carros. Incluso algunos llegan hasta abajo (de la pendiente)”, indicó el vecino de la zona. “Por eso ponen las protecciones (en las casas), pero algunas se llegan a doblar”, ahondó. La reportera fue enfática en que estaba bien y admitió que su caída había servido para constatar lo que quería informar (iba protegida con casco, un elemento que debe tenerse en cuenta para todos los conductores que pasen por ahí). El momento ya se ha hecho viral en redes sociales y va para largo.
Algunos criticaron al motociclista por no haber tenido pericia para subir de nuevo la pendiente y otros más cuestionaron que no se hayan ido a comerciales después de lo sucedido. Como quiera el episodio quedó ahí y se suma a otros similares (uno muy recordado de un reportero que cayó en un charco) que son inherentes al reporteo en calle: pueden pasar accidentes. Por suerte, no hubo nada más que lamentar y todo quedó como una anécdota incluso chusca. Algo es seguro: la pendiente sí que es peligrosa y este ejemplo, en vivo, lo dejó claro nuevamente. Las precauciones deben ser máximas para quien transite por ahí ya sea a bordo de un vehículo o como peatón.
