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Álvarez Máynez y el spot que el INE le ordenó bajar por calumniar a Peña Nieto y Manuel Añorve

Álvarez Máynez en un evento en Monterrey, Nuevo León, el 12 de marzo. (Medios y Media/Getty Images) (Medios y Media via Getty Images)

El INE ordenó a Jorge Álvarez Máynez, candidato presidencial de Movimiento Ciudadano, que bajara un spot por calumniar al expresidente Enrique Peña Nieto y al exgobernador de Guerrero, Manuel Añorve. En el video de treinta segundos, Álvarez dijo llevar diez años combatiendo la corrupción, mientras “el PRI y Peña nieto saqueaban Guerrero y lo entregaban al crimen organizado”. De igual modo, criticó a Morena por haber prometido un cambio y no haberlo cumplido.

La mención a Peña Nieto y Añorve fue considerada una calumnia por la autoridad electoral. Así lo expresó la consejera Rita Bell. “En las campañas hay que cuidar lo que se dice en ellas. Soltar este tipo de acusaciones sin sustento me parece grave. Y tenemos que dar un mensaje claro de que en efecto hay libertad de expresión: se debe aceptar una crítica fuerte hacia el desempeño, pero acusaciones en este sentido son graves”.

Añorve presentó una denuncia ante la Fiscalía General de la República: “recurre (Movimiento Ciudadano) a una guerra sucia con injurias, difamación y calumnia que generan amenazas, lo que demuestra su desesperación porque saben que en Guerrero están perdiendo las elecciones”. También hizo responsable de su seguridad a Álvarez Máynez, al considerar que en su spot había elementos que podían causar violencia en contra suya.

En respuesta a la determinación oficial, el candidato emecista volvió a la carga, pero con palabras diferentes a las que usó en su pieza propagandística. “Aunque se enoje Añorve, es cierto que los malos gobiernos dejaron a Guerrero en la ruina y que hoy Guerrero está tomado por la criminalidad”. Esa frase, utilizada para justificar el video, es mucho más certera que la del video: no hace acusaciones sin pruebas; más bien, realiza un diagnóstico de la situación en Guerrero y de una de sus principales y más funestas consecuencias: el poder que el crimen organizado tiene en esa entidad —muy en boga esta semana tras los videos difundidos en los que criminales golpean a transportistas—.

Añorve, que quiere repetir como senador del PRI por un periodo más, fue alcalde de Acapulco en dos periodos diferentes y también fue candidato priista a la gubernatura de Guerrero en 2011. Su carrera política, en efecto, ha tenido diversas controversias. En una entrevista de 2012, aceptó que dejó en Guerrero una deuda por 423 millones de pesos, pero que no había existido un desfalco. También ha sido parte del grupo de gobernantes en cuyas gestiones la inseguridad ha crecido a niveles insólitos en La Perla del Pacífico.

Las acusaciones igualmente han salido después de la cancelación del spot, como publicó en X el consultor Miguel Meza, que recordó acusaciones de corrupción y nexos con el crimen organizado que han existido contra Añorve. Como lo recordó el INE, los cuestionamientos son plenamente válidos, un factor insustituible en las campañas política y, en general, la crítica y la rendición de cuentas deben conformar parte medular de la vida política. Pero no se puede caer en el pantanoso camino de hacer propaganda con adjetivos que no están probados legalmente y acusaciones que no han prosperado.

Al abrir esa caja de pandora, la información se pervierte. Los elementos están ahí y, como se decía arriba, resulta hasta irónico que en su respuesta Álvarez Máynez haya sido más prudente y eficaz para criticar el legado priista de Añorve en Acapulco. También, al hacerlo con hechos probados, que no son pocos, los políticos pueden evitarse mucha pérdida de tiempo: salir a aclarar lo que dijeron, spots que serán denunciados y, eventualmente, bajados.

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