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El papa Francisco acusó elípticamente a Rusia de agresión y de imperialismo en Ucrania

ROMA.- Como ya hizo en otras ocasiones, el papa Francisco acusó este jueves elípticamente a Rusia por las “conquistas armadas, expansiones e imperialismos” en Ucrania, al volver a referirse a la guerra en curso que definió una “agresión bélica cruel e insensata” que ha trastocado al mundo.

El pontífice habló así en un encuentro en la residencia de Santa Marta con una delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla que participó el miércoles, como es tradición, en la celebración de la fiesta de los apóstoles san Pedro y Pablo, patronos de Roma.

Luego de agradecer la presencia de estos representantes de la Iglesia ortodoxa de Estambul para esta ocasión, el Papa subrayó que hoy, más que nunca, es necesaria la reconciliación entre los cristianos –separados desde el cisma de 1054-, “mientras el mundo se encuentra conmocionado por una agresión bélica cruel e insensata, en la cual muchos cristianos combaten entre ellos”. “Ante el escándalo de la guerra ante todo no hay que hacer consideraciones: hay que llorar, socorrer y convertirse”, siguió. “Hay que llorar a las víctimas y la demasiada sangre derramada, la muerte de tantos inocentes, los traumas de las familias, ciudades, un pueblo entero: ¡cuánto sufrimiento para quien ha perdido los afectos más queridos y está obligado a abandonar su propia casa y su propia patria!”, exclamó Jorge Bergoglio.

El Papa con Job Getcha, arzobispo ortodoxo de Telmessos
El Papa con Job Getcha, arzobispo ortodoxo de Telmessos – Créditos: @TIZIANA FABI

Francisco llamó también a “socorrer a estos hermanos y hermanas: es un llamado a la caridad que, en cuanto cristianos, debemos ejercitar ante Jesús migrante, pobre y herido”. Planteó, además, que “hay que convertirse para entender que conquistas armadas, expansiones e imperialismos no tienen nada que ver con el Reino que Jesús ha anunciado, con el Señor de la Pascua que en el Getsemaní le pidió a los discípulos renunciar a la violencia, volver a poner la espada en su lugar ‘porque todos los que toman la espada, de espada morirán’ y que, truncando cualquier objeción dijo ‘¡Basta!”, evocó Francisco, aludiendo también al Patriarca de Moscú, Kirill, que bendijo la “operación especial” de Putin.

Ya el miércoles, después de la oración mariana del Angelus, que recitó al mediodía desde su despacho del Palacio Apostólico siempre por la fiesta de los apóstoles Pedro y Pablo, el Papa había tenido palabras fuertes contra Rusia, a la que aludió, sin mencionar con todas las letras.

Denostó, en efecto, cómo “la querida y martirizada” Ucrania sigue siendo “azotada por bárbaros atentados. como el que golpeó el centro comercial de Kremenchuk”. “Rezo para que esta guerra insensata llegue pronto a su fin, y renuevo la invitación a perseverar, sin cansarse, en la oración por la paz: ¡que el Señor abra esos caminos de diálogo que los hombres no quieren o no logran encontrar! Y no dejemos de acudir en ayuda del pueblo ucraniano, que tanto está sufriendo”, pidió.

Durante estos 127 días de guerra el Papa fue criticado y considerado “filorruso” por algunos sectores por no haber mencionado nunca con todas sus letras a Rusia y a su presidente, Vladimir Putin, con el objetivo de dejar un canal de diálogo y mediación abierto, tal como explicaron fuentes del Vaticano. La Santa Sede, a través del “canciller”, el arzobispo británico Paul Gallagher, en cambio, sin medias tintas habló de la “agresión” de Rusia contra Ucrania y respaldó la “integridad territorial” de esta exrepública soviética.

A mediados de junio el Papa también aludió a Rusia como “superpotencia” que quiere “imponerse frente al principio de autodeterminación de los pueblos”, en el comienzo de su Mensaje para la IV Jornada Mundial de los Pobres, difundido por el Vaticano.

La guerra en Ucrania, que fue bendecida por Kirill, el Patriarca Ortodoxo de Moscú, aliado de Putin, que incluso la justificó para contrarrestar una lobby gay occidental, causó profundas divisiones en el mundo cristiano ortodoxo.

Aunque estaba previsto un encuentro del Papa con Kirill en Jerusalén en junio -que habría sido el segundo después del de La Habana, en 2016-, finalmente este fue suspendido por el Vaticano después del estallido de la “operación especial” de Putin. Esta fue criticada por el Patriarca Ortodoxo de Constantinopla, Bartolomé, e hizo que muchos cristianos ortodoxos ucranianos se rebelaran y se fueran de la Iglesia de Moscú.

El Papa, que tuvo una reunión vía zoom con Kirill el 14 de marzo pasado, en una entrevista con el Corriere della Sera contó que entonces le recordó que ellos no eran “clérigos de Estado”; además, dijo que el Patriarca “no puede transformarse en el monaguillo de Putin”, en una declaración que no cayó nada bien en Moscú.

No se descarta, no obstante, que Francisco y Kirill puedan encontrarse en septiembre próximo en Kazakhstán, ya que ambos viajarán a un congreso de religiosos. Aunque todo dependerá de cómo siga la rodilla de Francisco, que este jueves debió suspender las audiencias previstas en su agenda, posteriores a la que tuvo con la delegación del patriarcado de Constantinopla, “debido a una recaída” en su problema de la pierna, según informó el Vaticano.

Lo cierto es que no pasó desapercibido el hecho de que el cardenal Kurt Koch, presidente del dicasterio para el diálogo entre los cristianos, que acompañó al Papa en su encuentro de esta mañana con la delegación ortodoxa de Estambul, también criticó sin medias tintas a Kirill. “Para mí es una herejía que el Patriarca se atreva a legitimizar la brutal y absurda guerra en Ucrania con razones pseudo-religiosas”, dijo el purpurado suizo en una entrevista con Die Tagespost. “Restar importancia a la brutal guerra de agresión de Putin como una ‘operación especial’’ es un abuso del lenguaje. Debo condenar esta postura como absolutamente imposible”, también sentenció.

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