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Guerra Rusia-Ucrania. El incendio en el “mayor centro de investigación del mundo” en Moscú vuelve a desatar las teorías de sabotaje

MOSCÚ.- Las llamas en uno de los centros de investigación militar más importantes de Moscú alimentan teorías sobre la ciberguerra incendiaria que tendría como objetivo a la Rusia de Vladimir Putin. Esta vez se desarrolló un incendio más en una subestación de transformación del Instituto Central de Aerohidrodinámica Zhukovsky (TsAGI), en las afueras de Moscú: es “el mayor centro de investigación del mundo” según los rusos, donde se desarrollan los estudios sobre casi todos los aviones, desde el MIG hasta el Ilyushin 96 -el avión de mando de Putin- e incluso el Buran, el fallido proyecto del transbordador espacial.

Fue la primera institución científica en Rusia en combinar estudios básicos, investigación aplicada, diseño estructural, producción piloto y pruebas.

Las llamas se desarrollaron “en un área de 30 metros cuadrados, se extinguieron y no hay víctimas”, dijo una fuente a la agencia de noticias Interfax.

El centro es el buque insignia de la investigación rusa, fue fundado en 1918 por Nikolai Zhukovsky, considerado el padre de la aerodinámica moderna -y de la aviación rusa- junto con el mucho más famoso ingeniero Andrei Tupolev.

Desde el comienzo de la guerra, las llamas han envuelto varios institutos y plantas rusas más o menos directamente conectadas con las operaciones bélicas, alimentando en las redes sociales la tesis del sabotaje cibernético.

Dos plantas químicas vinculadas a la industria de defensa sufrieron incendios, una en Kaprolaktam, en Dzerzhinsk, que alguna vez fabricó armas químicas, el 4 de mayo, la otra dos semanas antes en la planta Dmitrievsky en Kineshma.

Otro incendio que planteó dudas de sabotaje fue en un instituto ruso de diseño de misiles en Tver en el que murieron 22 oficiales y diseñadores de armas.

Estos incendios se parecen al modelo de sabotaje utilizado en Irán para destruir cientos de centros nucleares y centrífugas, que se volvieron locas después de la exposición al virus informático Stuxnet.

Luego están los que llegan a teorizar que detrás de los fuegos está la mano de una escurridiza quinta columna ucraniana desplegada más allá de las líneas. A una pregunta específica del The New York Times, el asesor del presidente Volodimir Zelensky, Oleksei Arestovych, respondió con un “ni confirmamos ni desmentimos”, lo que los partidarios de esa tesis sostiene: que Kiev está tras el asunto. Una hipótesis que Moscú, al menos oficialmente, ni siquiera toma en consideración.

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