La viruela del mono progresa en el mundo, y con 16 mil 593 casos en 75 países, de los cuales se han dado cinco muertes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la emergencia mundial por el virus el pasado 23 de julio. En nuestro país se han presentado 60 casos positivos y la mayoría de ellos se localizan en la Ciudad de México, según la Secretaría de Salud.
La enfermedad es una zoonosis viral, es decir, provocada por un virus transmitido de los animales (como roedores y primates) a las personas, pero presenta una propagación secundaria limitada a través de la transmisión de persona a persona, como está sucediendo en la actualidad.
Parece que no es una variante muy virulenta ya que la inmensa mayoría de casos transcurren sin complicaciones. Muchos de los países afectados ya han tomado medidas y están vacunando a personas de riesgo. Aunque no existe una vacuna contra la viruela del mono, sí la hay contra la viruela humana -ya erradicada-, que ofrece un porcentaje muy alto de protección.
La OMS señala que la vacuna contra la viruela humana puede ayudar a que la enfermedad sea más leve. Ha demostrado una eficacia de 85%, pero su producción se suspendió tras la erradicación de la enfermedad en 1979.
El interés por Imvanex, la vacuna antiviruela histórica, elaborada por la farmacéutica danesa Bavarian Nordic, se ha disparado, de tal suerte que el 25 de julio la Unión Europea (UE) autorizó su uso.
De acuerdo con la agencia Reuters, Reino Unido está ofreciendo una vacuna contra la viruela, que ya se está aplicando a personal médico y a personas expuestas, y Estados Unidos cuenta con grandes reservas como parte de la preparación para
una pandemia. Ahí es comercializada como Jynneos, y está aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA-Federal Drugs Administration) para ambos tipos de viruela.
En un comunicado del 19 de julio, el ECDC (Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades) señala que “si las vacunas contra la viruela están disponibles en el país, se debe considerar la vacunación de los contactos cercanos de alto riesgo después de una evaluación de riesgos y beneficios”.
Cabe decir que en México, la vacunación contra la viruela fue introducida por el doctor Francisco Xavier de Balmis, que utilizó la técnica de vacunación de brazo en brazo, a partir de su llegada a Yucatán, el 25 de abril de 1804.
La vacuna frente a la viruela dejó de administrarse tras su erradicación. El último caso se registró en San Luis Potosí, en 1951..
