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Paola Pliego y su victoria millonaria sobre CONADE por una mentira que le costó su carrera

La carrera de Paola Pliego cambió para siempre las semanas previas a los Juegos Olímpicos de Río 2016. La esgrimista mexicana, que en ese momento tenía 21 años (septiembre, 1994), supuestamente dio positivo a una prueba antidopaje. Siete años y medio después, con dos ciclos olímpicos perdidos, la razón es suya a nivel jurídico. Su nombre ya había quedado limpio con una segunda prueba ese mismo año, pero todavía quedaba pendiente la reparación por daño moral. CONADE deberá pagarle una compensación de 15 millones de pesos por lo que terminó siendo un falso positivo.

El organismo dirigido por Ana Gabriela Guevara ha admitido el pago de esa suma a Pliego. “Después de agotar todas las instancias legales se encuentra firme, por lo que se dará cumplimiento por parte de la Conade”, se lee en un comunicado. El martirio para Pliego comenzó cuando en su prueba, realizada en un Laboratorio Nacional de Control, el resultado arrojó 540 nanogramos de modafinil, un neuroestimulante utilizado generalmente para tratar problemas de hipersomnia (somnolencia excesiva).

Pliego apeló la decisión y realizó una segunda prueba, en Colonia, Alemania, en la cual se demostró que tal sustancia no estaba en su orina. A pesar de que la Agencia Mundial Antidopaje (WADA) certificó ese resultado —y con ello su inocencia— en noviembre de 2016, la Federación Mexicana de Esgrima bloqueó sus participaciones no sólo en Río 2016 sino también en los Centroamericanos de Barranquilla 2018. Por ese motivo, Pliego cambió de federación en 2019 y decidió representar a Uzbekistán.

En aquella renuncia, Pliego criticó las posturas que habían mostrado hacia ella Carlos Padilla, entonces presidente del Comité Olímpico Mexicano (COM), Alfredo Castillo, director de CONADE cuando se presentó el problema, y Ana Gabriela Guevara, sucesora de Castillo, que tampoco mostró voluntad por apoyar a Pliego.

“Alfredo Castillo: me viste llorar y sufrir algo injusto, sabías que era inocente y no hiciste nada. Carlos Padilla: Lo más valioso de un ser humano es su palabra y tu palabra no vale nada. Ana Guevara: Te quedaste en el discurso, cuando eras nuestra esperanza”, expresó entonces en una carta. Ninguna de las dos administraciones, Castillo ni Guevara, dio solución a su caso.

“Sin importar mis esfuerzos y resultados fui víctima de la corrupción, de los dirigentes deportivos y de sus intereses personales. Me arrebataron injustamente la posibilidad de continuar representando a mi país y se han empeñado en afectar mi carrera, en manchar mi nombre y mi trayectoria”, ahondó en aquella ocasión. Pliego no logró clasificarse a Tokio 2021 en la región asiática. Su carrera, que era prometedora al momento del falso positivo, ha sido lastrada por decisiones directivas que no le correspondían a ella y que no tenían ningún fundamento.

En aquel verano olímpico de 2021, cuando se presentó la polémica por los uniformes que las seleccionadas de softbol tiraron, Pliego recordó a la opinión pública que había asuntos que ameritaban real molestia: “Me indigna que esto sí lo quieran investigar (las autoridades deportivas) y no la afectación a la vida e integridad de tantos atletas por culpa de dirigentes corruptos”, valoró entonces en redes sociales.

La CONADE ha dicho que el pago de los 15 millones de pesos no se hará con dinero público, sino por medio de una póliza de seguro. La demanda fue presentada en agosto de 2018 en el juzgado Décimo Cuarto de lo Civil en la Ciudad de México y contempló a la CONADE, al COM y a la Federación Mexicana de Esgrima. En enero de 2020, el COM y la Federación fueron absueltos por un juez. La CONADE quedó como única responsable por ser el ente que controlaba los laboratorios nacionales adonde se realizan las pruebas antidopaje. Paola Pliego siempre tuvo razón, pero nadie podrá devolverle el tiempo perdido.

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