Fernando CastroLa columna del día

La Fuente del Pescador

 

Fernando Castro Borges

“La pesca en un lugar, es una meditación sobre el ritmo de una marea, de una estación y de las etapas de la vida.”

Carl Safina (Biólogo y escritor estadounidense)

Está enclavada en un lugar estratégico, se erige en la bahía de Chetumal, dando la bienvenida a todo aquel que visita “Donde inicia México”, se ha convertido en el lugar obligado de paso cuando uno visita la capital de Quintana Roo.

Durante todas las tardes, es la escenografía obligada de todo paseante de la bahía chetumaleña; esta caminata nos permite deleitar antojitos locales, como son los machacados y marquesitas. Acompañados en familia es común encontrarnos a amigos y vecinos, es un ejercicio que mantiene cohesionada a esta sociedad fronteriza, concibiendo este momento como la mejor hora del día.

La “Fuente del Pescador”, forma parte de la infraestructura urbana de Chetumal fue colocada en el año de 1996, durante el Gobierno Estatal del Ing. Mario Villanueva Madrid, en conmemoración de los XXII Aniversario de la Promulgación del Estado Libre y Soberano de Quintana Roo. Este monumento urbano es una de varios colocados en un corredor cultural a lo largo del Boulevard Bahía. Otros monumentos en esta evocación histórica, fueron: la Fuente del Manatí, El Monumento Cuna del Mestizaje, además de que en ese mismo año abre sus puertas el icónico teatro de la Ciudad conocido como “Constituyentes del 74”.

Esta fuente evoca justo el momento donde un pescador de esta zona fronteriza recoge su atarraya, que es una red grande para pesca, que se lanza al voleo, diseñada para coger peces de tamaño pequeño y regular; modo de sustento familiar de los primeros habitantes de Payo Obispo, hoy Chetumal.

La Fuente del Pescador, es la más representativa en la Ciudad Capital del único estado caribeño de nuestra Nación; esta icónica obra fue diseñada y creada por la escultora Rosa María Ponzanelli, que junto con su equipo lograron que esta pieza artística sea la más visitada del Municipio de Othón P. Blanco.

Esta obra tiene un encanto especial: el lugar donde fue colocada, es mágico, no podría encontrarse en otro espacio mejor; actualmente es un parador turístico que capta la atención de todo aquel visitante que se detiene a contemplarlo, obligando a lograr una fotografía de esta fuente con la leyenda turística de: “Chetumal. Aquí inicia México”.

Esta edificación tiene un valor histórico y social para la ciudad, nos recuerda el origen de esta sociedad de esfuerzo, de agradecimiento por el espacio físico en que se fue desarrollando y sobre todo por ser el punto donde México da la bienvenida a todo aquel que le interesa conocer donde comienza este maravilloso país.

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