Nacional

La incapacidad de Claudia Sheinbaum para la autocrítica que quedó evidente en Tercer Grado de Televisa

Claudia Sheinbaum en el programa Tercer Grado de Televisa con Leo Zuckermann, Ryamundo RivaPalacio, Sergio Sarmiento, Denise Maerker, René Delgado y Genaro Lozano | Captura de video YouTube

Claudia Sheinbaum, candidata presidencial de la coalición Sigamos Haciendo Historia, se presentó en el programa Tercer Grado de Televisa. Se trata de una mesa de debate en la que, en este caso, todos los periodistas hicieron cuestionamientos a Sheinbaum, quien lidera las encuestas a menos de 15 días de que se realicen las elecciones para suceder a Andrés Manuel López Obrador. La entrevista, sin embargo, reflejó como nunca la nula autocrítica que caracteriza a la representante de Morena, tanto para su gestión en CDMX como para el gobierno de la 4T en todo el país.

Hubo renglones que lo demostraron de manera enfática, como cuando se tocó el manejo de la pandemia de covid-19 en la Ciudad de México (que replicaba los lineamientos del gobierno federal). Sheinbaum dijo que el manejo fue el adecuado y que dio apoyo a los contagiados con consultas por videollamada con doctores, además de apoyo económico. Desestimó así a la Comisión Independiente de Investigación, que hizo público un informe a inicios de mes en el que destacó las fallas de gestión durante la pandemia en este país. El gobierno de México reconoció oficialmente 333 mil 336 muertes, pero el exceso de mortalidad refleja un número más cercano a la realidad: 808 mil 619 (tomando en cuenta también la saturación que impidió atender otras afectaciones).

Tampoco se puede olvidar que la autoridad sanitaria federal, más en específico, López Gatell, nunca respaldó abiertamente el uso del cubrebocas como una forma de inhibir los contagios (AMLO lo usó sólo para viajar a Trump en EEUU); que el mismo presidente recomendó abrazarse cuando la ciencia decía que la distancia era la respuesta y que no se acudiera al hospital a menos que los síntomas fueran muy graves (lo que no impidió la saturación). Lo mismo aplica para la ivermectina, cuyo uso fue promovido por el oficialismo en la CDMX a pesar de que no fuera respaldado por la comunidad científica. Y el festival de perfección de Sheinbaum continuó durante toda la entrevista.

Sheinbaum defendió la presunción de inocencia de Arturo Zaldívar, exministro presidente que ahora forma parte de su equipo de campaña: dijo que no se separará de su cargo, a pesar de las denuncias que pesan en su contra por presuntamente haber vulnerado la autonomía e independencia del Poder Judicial. “Las personas son inocentes hasta que se demuestre lo contrario”, respondió la candidata en Tercer Grado. Pero no hace lo mismo, dar la presunción de inocencia, al hablar de la ministra presidenta Norma Piña, a quien acusa firmemente de haberse reunido de manera secreta con Alejandro Moreno, presidente nacional del PRI. “Eso no es división de poderes”, sentenció en el debate presidencial y en el programa volvió a tocar ese punto. Sí vale y no vale. Nunca mejor aplicado.

Y otro aspecto más que ya había quedado claro en los debates: la defensa a toda costa del gobierno de López Obrador. Sheinbaum no ha hecho ningún esfuerzo en desmarcarse del presidente. Seguramente considera que no lo necesita. Y que, de hecho, mostrarse mínimamente crítica con algún ámbito del mandato obradorista podría caer mal en la base de simpatizantes morenistas. Tampoco hay rincón alguno de su mandato como jefa de gobierno que haya tenido desperfecto por mencionar: todo fue inmejorable.

También vale mencionar que faltó un asunto clave por tocar en la entrevista: la caída de la línea 12 del Metro. El tema ni siquiera fue tocado por ninguno de los panelistas, y eso que se trata del asunto más grave que enfrentó Sheinbaum durante su jefatura de gobierno —al día de hoy, no hay un solo responsable de lo sucedido—. Al igual que en los debates, la candidata de Morena se mostró cómoda, sin necesidad de abordar a fondo los temas y aludiendo siempre a una perfección moral y ejecutiva. Según ella, ni su gobierno en Ciudad de México ni el de López Obrador en todo el país tuvieron algún error. Y nada la hará cambiar de opinión.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba