La necedad de bajar sueldos a los ministros de la SCJN por la auteridad republicana
En el estilo personal de gobernar de Andrés Manuel López Obrador las mañaneras son el instrumento para hacer política, enviar mensajes a sus colaboradores, amenazar a sus adversarios, anunciar sus proyectos, justificar sus fracasos, intervenir en los asuntos de otras naciones, descalificar instituciones, atacar a medios y periodistas, culpar al pasado por la realidad actual y demás.
Desde su mañanera López Obrador dijo que estuvo pensando que tenía conocimiento de una violación a la Constitución y, al no denunciar y actuar, se convertía en cómplice. Comentó que los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) no cumplen la ley porque ganan “cuatro o cinco veces más que el presidente de la república”. Informó que solicitaría a los ministros de la Corte que expliquen “por qué violan la Constitución”.
Solicitó la explicación la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, por medio de un oficio dirigido a la ministra presidenta de la SCJN Norma Piña. Le requirió un informe sobre lo realizado en esa institución para cumplir con el mandato del artículo 127 de la Constitución, que establece: “ningún servidor público podrá recibir remuneración por el desempeño de su función, empleo, cargo o comisión, mayor a la establecida para el presidente de la República”.
La secretaria Alcalde argumentó que la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, faculta a Gobernación “para vigilar el cumplimiento de los preceptos constitucionales por parte de las autoridades del país”. Fijó el plazo de cinco días para que la ministra Piña responda. López Obrador confió en que el escrito convenza a los ministros de la Corte de bajarse el sueldo.
Según el tabulador de sueldos publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), en 2023 las y los 11 ministros reciben un sueldo mensual neto de 206 mil 948 pesos libres de impuestos, más prestaciones, lo que eleva su ingreso a 278 mil 786 pesos cada mes. El salario mensual de López Obrador es de 162,111 pesos. El ingreso mensual de los ministros es mayor al del presidente, pero no cuatro o cinco veces.
Existe una razón legal para que explica que los ministros de la Corte tengan un salario mayor que el presidente. En la reforma al artículo 127 constitucional de 2009 se estableció que ningún servidor público ganaría más que el presidente de la república, pero en un artículo transitorio se dispuso que en el caso de los ministros de la SCJN sus sueldos se mantendrían durante el tiempo que dure su encargo. Además, el artículo 94 constitucional, vigente desde 1928, indica: “la remuneración que perciban los ministros de la Corte no podrá ser disminuida durante su encargo”.
El salario de los ministros de la SCJN está sustentado en la Constitución y en elmarco de la petición de López Obrador y su secretaria Luisa María Alcalde, es previsible que la respuesta, si llega a darse, no será en el sentido de que se bajaran el sueldo para ganar menos que el presidente. Los ministros saben que no violan la Constitución. También saben que cualquier respuesta o su silencio, en el estilo presidencial, será usado en su contra.
La Constitución dice que el Estado se integra, entre otros factores, por el Poder Ejecutivo, Poder Legislativo y Poder Judicial y que los tres tienen la misma jerarquía. Por ello la pregunta ¿Es posible que el Poder Ejecutivo exija explicaciones sobre sus actividades y funcionamiento a los otros dos poderes?
La demanda de López Obrador y los argumentos de su secretaria de Gobernación, son parte de su “política de austeridad” que pasa por el falso argumento de que al bajar los salarios de los servidores públicos, mejora la administración, se eficienta el gasto público y se beneficia al pueblo.
La interpretación sobre este embate de López Obrador a la SCJN indica que es parte de su estrategia de desprestigio de las instituciones que quiere doblegar para dominarlas e imponer su criterio en las materias que le interesa.
Hace seis meses que la ministra Norma Piña asumió la presidencia de la SCJN, lo que no fue del agrado de López Obrador, que fiel a su practica la criticó y etiquetó como contraria a los intereses de la 4T por haber votado en contra de asuntos importantes para su gobierno. Le siguieron descortesías contra la ministra Piña, acusaciones de corrupción de los ministros, señalamientos de parcialidad de la Corte y pertenecer a los grupos conservadores que, según dice, los maneja.
La estrategia de López Obrador para dominar a los otros dos poderes del Estado ha sido “colonizarlos”, en el caso del Legislativo, los resultados de las elecciones federales de 2021 le significaron un retroceso al perder la mayoría en la Cámara de Diputados. Casi logró penetrar en el Poder Judicial, promovió la salida de un ministro, la prórroga en la presidencia de la Corte de otro y propuso a cuatro.
Pretendía tener a cinco ministros incondicionales. En las recientes votaciones de la SCJN sus intereses no han prosperado. Ocho ministros están comprometidos con cumplir y hacer cumplir la Constitución.
La estrategia de “colonización” ya le dio “buenos” resultados a López Obrador. El Instituto Nacional Electoral (INE), ya opera con sus recomendados y le regalaron la autorización para violar la ley electoral al autorizar que los candidatos, que no son candidatos, hagan campaña, sin decir que es campaña, organicen eventos masivos y digan que no son de proselitismo sino de información partidaria.
El comportamiento permisivo del INE es el modelo que el presidente quisiera implantar en la SCJN, pero, según dice, dos de los ministros lo traicionaron. Los presiona para que se bajen el sueldo. No procede. Sus votos no son traición, posiblemente no quieren ser cómplices de Ya Sabes Quien.
