Ocho años de la desaparición de los 43 de Ayotzinapa y aun no hay certeza en lo que pasó

Después de ocho años de aquella trágica madrugada del 27 de septiembre, donde 43 normalistas e la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, ubicada en el municipio de Tixtla, Guerrero, desaparecieran, los cuestionamientos siguen abiertos y no se tiene una certeza al cien por ciento sobre lo que pasó, ni como pasó.

Según la información oficial, cien normalistas de Ayotzinapa se preparaban para trasladarse a la Ciudad de México para conmemorar los hechos del dos de octubre de 1968. Entre las 11:30 y las 17:00 horas los estudiantes lograron tomar un par de autobuses y se dirigieron al Rancho del Cura en las cercanías de Iguala para realizar el viaje.

Cerca de las 19:00 y las 21:10 horas, los normalistas consiguieron tomar cinco autobuses en las carreteras México-Acapulco y Chilpancingo-Iguala; así como en la Central de Autobuses de la demarcación, para así agruparse e ir a manera de caravana rumbo a la Ciudad de México.

Entre las 21:20 y las 23:00, Policías Municipales de Iguala, Cocula, Tepecoacuilco y Huitzuco intentaron detener a los estudiantes en donde hubo riñas y disparos a las unidades, mientras que integrantes del grupo criminal Guerreros Unidos y la Policía de Iguala instalaron retenes para emboscar y detener a los estudiantes. Después de las 23 horas, se llevaron a cabo hechos violentos, donde las autoridades de Iguala, con sus respectivos refuerzos, golpearon y sometieron a una parte de los normalistas.

Los estudiantes fueron víctimas de cinco ataques armados; los cristales rotos, cartuchos, sangre, junto con testigos y otros rastros de violencia en autobuses Costa Line, con número 2012 y 2510; así como el Estrella de Oro 1568 pudieron demostrar lo que pasó, prácticamente los cazaron.

Después de los hechos violentos, la zona de los ataques fue acordonada por elementos del 27 Batallón de Infantería, bajo el mando del capitán José Martínez Crespo, el cual recibió órdenes del Coronel, hoy detenido, José Rodríguez Pérez.